- El amor, que dulce y hermoso es sentir y participar del amor...
- Desde tiempos antiguos miles de leyendas e historias han surgido de esa palabra, que nunca dejara de tener su estructura benéfica. El amor existió y existe en Dios al crearnos, Adán y Eva vivieron en el paraíso divino y después en el terrenal disfrutando de la dicha de su amor, enamorados de la vida, hasta que la muerte los separo.
- Sin el sentimiento que arraiga el amor literario desde la fundación del mundo, la historia fuera un cuento incompleto. La poesía, las cartas, los piropos, las oraciones, versos, exquisiteces, detalles, tarjetas de san Valentín, el día de San Valentín, palabras de dedicación romanceras, citas, cenas a la luz de las velas y de otros parámetros sensuales como parte de la ideología de la vida. Esta transcendencia romancera tiene su partida desde la niñez y prosigue su tendencia hasta morir con su portador, incluso el tema romántico es la fuente de inspiración del 99 % de los poetas del orbe.
- El inicio del amor a las artes poéticas y románticas surge con delicada ternura en el preescolar, en ese entorno el infante comienza a explorar emociones y sensaciones nacientes y como merodeador de su conducta cultural, se enamora de algunos ojuelos lindos, cuyos lo hacen pensar, recordar y enternecer su pequeño corazón.
- En el ciclo diversificado ya hemos absorbido la mayoría de las sensaciones intensas, que fueron adquiridas como un ciclo constante en la primaria, adsorbidas por la experiencia al madurar el cognitivo y al reconocer la diferencia de nuestro sexo. los varones le atraen el "abultado bollo" o el monte de Venus y los melones sensuales de las chicas que se desarrollan en manera mas gradual que el varón. Mas tarde en la universidad prosigue ese intenso camino buscando un contacto más profundo. Cuando el hombre o la mujer logran un asedio amoroso o romántico y se emparentan, nacerán los retoños de esa unión que continuaran años mas tarde el ciclo del amor.
- El que desprecia las artes del amor y dice que es cursi, es un ser despreciable que vomita la esperanza de la vida, pisotea con sus cascos las flores de la primavera, ahuyenta los aromas de la vida con su flatulencia incontrolable, fumiga la fragancia nostálgica del otoño con su mal aliento, contamina el ambiente con su sentimiento extrovertido, desgarra la tierra con su saliva caucásica y destruye la paz de los ciudadanos con su confusión enardecida.
- El amor es arte, es parte de la existencia feliz. Imagina a un poeta sin amor en su corazón, inspirado en el estiércol…
Eliad Jhosué Villarroel
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