Un día intente subir una alta montaña, la cual en su empinada encuesta, llegaba al triunfo de la vida.
Solo lo intenté muchas veces, pero fracase en el primer intento.
Derrotado me busqué a mi mejor amigo e intentamos de nuevo escalar aquella difícil trayectoria montañosa, me ayudó en lo que pudo, cuando vio que era imposible tal hazaña, me abandono en la contienda y tuve que abandonar el segundo intento.
Sin doblegar ante aquel fiero muro, tome una decisión personal y les pague a dos desconocidos con la intención de subir aquella empinada cuesta y concluir el triunfo de mis sueños. Recordé un refrán que dice: un solo árbol no hace montaña, dos es parejo y tres es una muchedumbre.
Me aventure con aquellos dos hombres, cuyos pronto se cansaron, me asaltaron, me robaron mi plata y de paso me arrearon tres disparos en el pecho, fue la perdida del tercer intento.
Herido en un hospital batallé con la muerte e inspirado en aquella cúspide imposible de escalar, sobreviví entre mi agonía, quizás pendiente de culminar con mi meta, cuya la reconocía como imposible de lograr.
Seis meses después que se restablecieron mis fuerzas, me acerque a mi familia y le dije que quería que me ayudaran a subir la cuesta de aquella alta montaña.
Fue hermoso el peregrinar, cuando tenía hambre mi hermosa mujer me hacía de comer y me calmaba el hambre, esto me daba fuerza para continuar, cuando tenía sed mis nietos me traían agua fresca y potable y calmaban mi sedentes, cuando sudaba a cantaros y ya no podía ver, mis hijos me secaban el rostro y limpiaban mis ojos con colirios y ternuras, cuando se rompían mis manos, mis sobrinos me curaban y vendaban, cuando estaba cansado, mis hermano me ayudaron a subir desinteresadamente y cuando creía que estaba carente de consuelo y falto de interés para seguir la senda, ella, mi noble amada, me invitaba a rezar y arrodillados en fe ardiente, pedía a Dios que me ayudara, en las noches frías con su cuerpo el duro frió ahuyentaba y con sus besos y tiernas caricias me alentaba a continuar. ¡Ah! que hermoso, por fin logre llegar a la cúspide y ganar la buena batalla de la vida.
LOS HUMANOS SOMOS TAN ERRADOS QUE PREFERIMOS BUSCAR A AMIGOS FALSOS Y A DESCONOCIDOS QUE A NUESTRA PROPIA FAMILIA, CON LA FINALIDAD QUE NOS AYUDEN A ENFRENTAR LOS PROBLEMAS COTIDIANOS.
UNA FAMILIA UNIDA TRIUNFARA SIEMPRE EN LA VIDA..
SERÁN INCONTENIBLES.
Eliad Jhosué Villarroel
Imagen de: rosarioenfamilia.org.pe
No hay comentarios:
Publicar un comentario