El hombre sepulto en sus quehaceres diarios se ha olvidado de vivir a sus anchas, engarrotado entre sus pertenencias, politiquerías, explotación industrial inescrupulosa, trabajo, fortunas incuestionables, batallas y vicios de la carne, el hombre se está olvidando que la tierra gira constantemente alrededor del sistema solar y completa una vuelta en un año sidéreo cuya duración es de 365 días, 6 horas, 9 minutos y 9,77 segundos.
Mientras la tierra describe a su alrededor una órbita elíptica y debe de girar algo más que un día sideral para completar un día solar, el hombre está muriendo y quedando solo en el universo. La tierra esta moribunda herida de muerte a pasos avanzados, inducido por sus inquilinos indolentes, cuyos destruyen su naturaleza para darle forma rígida a su piel suave y delicada, dadora de la preservación y duración del templo humano, el varón y la hembra.
Es verdad lo que escribe Alvaro Sevilla en sus citas y escritos: "Están fáciles de lograr los cambios que la misma mentalidad subyugada que tenemos, cuya no nos deja ver los mecanismos a nuestra disposición, para comenzar a lograr esa transformación. Cambiar que: Primero nuestra propia mentalidad"
El hombre actual (hembra y varón) no descansan, viven viviendo para morir e impulsando que sus sucesores mueran más rápidamente, eso es crueldad y una manera de auto destruir el mundo y los que en el habitan.
Si destruimos a la madre naturaleza, hija de la tierra, estaremos sembrando una destrucción genuina, que pronto cosecharemos imperdonablemente...
Eliad Jhosué Villarroel
Imagen de: vivemedioambiente.blogspot.com
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