viernes

SOLO DOS DE 1000 PUEDEN OÍR EL SONIDO DE LA LLUVIA



EL CANTO DE LA LLUVIA
CleyEliad Jhosué V.B


EL CANTO DE LA LLUVIA

No todo el mundo cree que tiene oído musical, pero es interesante saber que todo ser humano lo posee, le faltaría al que no lo ha activado afinar el alma con el tono debido y colocar la nota musical en el corazón…

“El sonido es una sensación percibida por el oído que llega al cerebro. Cuando un cuerpo vibra, las moléculas que lo forman se propagan en círculos concéntricos a través del aire. Es preciso establecer la diferencia entre un ruido y un sonido musical”.

No todos oímos el perceptible canto de la lluvia y pocos son los que reparamos en este asíncrono espectáculo musical de las tormentas. 
El canto de la lluvia es suave, se siente débil en la lejanía, es como una arpa cuando su intérprete rasguea las cuerdas con tanta suavidad que solo se escucha una sonoridad,  el cual adormece el huesecillo interno del oído, el tímpano se tensa para oír y sus membranas auditivas se inflaman por mantener el ritmo de la sonoridad casi imperceptible. Al nacer en la distancia y en su aproximación, el manto de la lluvia y su filarmónica secreta conjuga una dinámica muy sentida en cuanto a su plano sonoro audible, ocasionando candenzas en manera compleja en los distintos acordes de cada partícula de lluvia.

Cuando la lluvia se acerca desde las nubes, se forma en el ambiente un punto de vista vibrado, se va propagando en manera elástica en manera líquida, sus ondas son casi no audible para el oído humano,  el que escucha esa música se tensa, presiente en su sensor cerebral afanado que se acerca una precipitación atmosférica y corre a guarecerse de lo que ha de venir en manera momentánea e inesperada.

No considero el sonar del concierto de la lluvia como un ruido y hago mención al sonido sin definición, cuyas son  vibraciones cortas que molestan y alteran el nervio auditivo; por ejemplo: el sonido que se produce al colisionar estrepitosamente un auto contra otro, sin embargo, el sonido musical es controlado por el hombre, posee la cualidad de tener vibraciones regulares que se perciben en forma precisa y son agradables al oído, mi definición en manera personal  del sonido que produce la lluvia al asentarse desde el firmamento, es no ajustarlo al del ruido común y corriente, la música de la lluvia al desplegarse en el ambiente no es un ruido, es música del cielo dirigida por un director orquestal genial, el mejor del universo, el mismo Dios.

Los primeros seres vivientes en la tierra que oyen la música de la lluvia son los pájaros, estos seres viviente del globo terráqueo tienen una percepción bien definida que les ayuda a arraigar en su instinto la presencia de un concierto entre el tiempo y el espacio, presienten la vibración de la atmósfera, la densidad del medio ambiente los envuelve y son receptores de la emisión al comprimirse, expandirse y al hacer presión en el vacio infinito.

La dimensión de esta música cantarina tiene su tiempo  y su medio de expresión expansiva, sus cualidades de sonido se generan en las cuatro escalas musicales: intensidad, altura, timbre y duración. A veces el tiempo no se oscurece en manera repentina y llueve aun con el sol imponiendo sus rayos solares, a pesar de esta notoriedad, las aves sienten el rasgueo del arpa de la lluvia y cuando sucede esta causalidad, el ser humano  desprevenido  se moja ineluctable, recibiendo en su piel las lágrimas del cielo. Para cuando los humanos sienten las primeras gotas frías de la precipitación, los pájaros ya están bien protegidos y guarecidos en sus cuevas, árboles y nidos.

Después de los pájaros son todos los animales que oyen la dulce nota de este fenómeno de la natura,  e incluso los insectos, ingeniosamente y con carácter de ingeniería una de estas especies de invertebrados maravillosos son las hormigas. He visto desparecer de inmediato antes de llegar una tormenta o oscurecerse el día a las hormigas,  su descenso transeúnte se esfuma en manera fulminante, dejan el troquelar de su pasear rutinario y en esta huida de súbito no queda una sola extraviada o desorientada.
En el momento cuando la última hormiga entra a su cálido aposento, todo queda en quietud, aves, insectos y animales guardan un silencio absoluto, resguardándose y poniéndose a salvo de lo que ha de venir, precavidos saben  escuchar el sonar de la música más maravillosa del planeta, la lluvia.

He oído la música de la lluvia, para oírla en el instante que lo hacen los animales, pájaros e insectos, hay que tener un cálculo auditivo muy sensible, a veces ni el calor urbanístico o de ciudad impide escuchar el grandioso sonido de la lluvia, es una obra fascinante de Dios y  su naturaleza,  el concierto viene acompañado sutilmente por el viento, el sonar se hace suave y paulatino en su intensidad, al inicio se oye lejano, es la “Duración” relativa, en este instante se puede captar el tiempo  brevísimo del sonido de la lluvia, pocos humanos suelen oír sus notas musicales.

 Al instante de terminar la “Duración” del evento, se establecerá la “Altura” y los sonidos agradables de la lluvia pasarán a ser agudos, graves y medio, terminando con “El Timbre” cuyo sonido característico se oye al golpear las gotas sobre techos, rocas, superficies, aguas, árboles y entre otros, este sonido terminal es audible para el oído humano y hace similitud como en una nota de altura y timbre en un concierto de Beethoven. Una escala musical en caliente del maestro Beethoven  después de estar durmiéndonos en la mágica quietud rítmica de su dulce embeleso, nos despierta bruscamente con una nota aguda o grave que casi nos saca del asiento a empellones violentos. La ultima  nota musical de la lluvia hace estallar estrepitosamente el ambiente.

El precavido que percibe la música de la lluvia,  sus tonada y melodía que le caracteriza antes de caer sobre la superficie terrestre, hará como los demás seres vivientes del planeta que la oyen, se resguardará porque sabe que va a llover y se mojará.

Muchos animales, insectos y personas en igual no necesitan de equipos o artilugios sofisticados para prevenir y saber cuando se acerca un sismo, saben escuchar la música que estos comienzan a emitir cuando están por llegar.

LA ÚLTIMA PRINCESA INCA DE CAJAMARCA



LA ÚLTIMA PRINCESA INCA DE CAJAMARCA
Eliad Jhosué

Según la historia las princesas INCA se aposentaban en Cajamarca y mi novia Cleydi proviene de esa ciudad, es nativa y original de las tierras de Cajamarca, es hacer hincapié y vale la pena escribir que mi amada es una princesa, la princesa CLEYDI

AÑO 1438
Atehualychet era uno de los guerreros puros en la ciudad de los Incas.
Una noche de luna llena estaba de centinela, cuidando los aposentos de su rey Pachacútec, cuando oyó una voz que le llamaba, se oía muy lejana y su eco se esparcía muy cálido entre las montañas.
¿Quién es?
Pregunto con energías y con una voz metálica y aguerrida.
¿Quién sois? gritó en acecho, sinchi o como roca Inca,  si no se deja ver deportaré a los celadores y guardias y lo cazaremos implacable como a un enemigo.

La voz le volvió a llamar más cerca, Atehualychet sintió que un dulce escalofrió recorría su espina dorsal, pues la voz era tan dulcificada, fina, agradable y angelical que le cortó el resuello por instantes, quiso dar la alarma y un sentimiento que emergió en profundo le congeló, su laringe solo pronunciaba dejos guturales, garabatos ininteligible y cuando pudo incidir en sus retinas encandiladas la borrosidad mas nítida, vio aquella hermosa visión.

Era una princesa inca, hermosa, de ojos marrones, rasgados, achinados, teñido con una coloración clara e intensa que brillaban con el fulgor de la luna llena, eran frescos su labios de rojo fuego, codiciables, llenos de pasión silvestre, su tez era firme y sedosa, su piel blanca se veía adorable, sus dientes nacarados fulgían destellos de seda de perlas color del sol, su cabellera era liza y negra como el manto azabache de la noche, sus senos eran firmes, sensuales y hermosos , su cintura era como las montañas de Machu Picchu, ondeantes, mirando al cielo, besando la miel de la tierra, danzando con la brisa del Cuzco,  sus pantorrillas eran perfectas y fuertes como las construcciones que construía con colla los provenientes del Altiplano.

Atehualychet se quedo absorto y soltó el arma que mantenía con contundencia entre su mano derecha, sus ojos se agudizaron para mirar la silueta escultural de aquella hermosa joven, era una princesa INCA que le arrebataba el corazón y se enamoró a primera vista. Corrió en estampida enloquecida para abrazar aquella noble visión que amaba sin conocer y abriendo los brazos se abalanzó al vacio de la montaña vieja para abrazar con amor a aquel amor inesperado, ineluctable solo pudo abrazar a una nube que se disolvió entre sus brazos, como viento cuando besa al humo…

Dicen que su cuerpo no fue hallado y que un águila en alto vuelo se paseaba día y noche sobre el gran pueblo de los incas…

Año 2012
El espíritu del águila encontró actualmente a su princesa en INTERNET, a la hermosa Cleydi Bustamante Carranza, cuya es de origen Peruano y es nativa de Cajamarca.

En los Archivos de Indias, Stuart Sterling narra la historia que tuvo lugar en los Andes durante los tiempos coloniales a partir de los trágicos destinos de las princesas incas del Cuzco y de algunos de sus descendientes, nacidos en el siglo XVIII y participes de la independencia sudamericana.

El texto se retrotrae a la primera mención de que existe registro sobre las princesas incas, quienes ocultaban el rostro oculto por máscaras de oro fundido y vestían con túnicas adornadas de piedras preciosas, su hermosura y vestimenta fue una visión codiciable y sensual para los españoles.
Una de la historia más destacable es de la media hermana de Atahualpa, hermana de Huascar, Quispe Sisa, quien fue "regalada" por el emperador a Pizarro a la edad de 12 años, después de la muerte del conquistador fue entregada al concejal español Francisco Ampuero, cuando ya solía llevar el  nombre hispano de Inés.

Recientemente ha sido posible conocer la identidad de las otras princesas cuyas permanecieron en Cajamarca, gracias a las pruebas que debieron presentar en sus peticiones a la corona española.

La mayor parte de ellas se vieron forzadas a convertirse en amantes de los principales capitanes de Pizarro y les dieron numerosos hijos mestizos.

Hoy la última princesa aun está vigente en el mundo, nacida en Cajamarca el 18 de abril de 1991 se puede conocer en el Facebook y en varios blog que pululan en la red internacional de internet, su nombre es: CLEYDI BUSTAMANTE CARRAZANZA y es la prometida del artista plástico: Eliad Jhosué Villarroel, hoy el Sinchi o roca: Atehualychet

Escucha la leyenda en la voz del autor:
http://tmblr.co/ZhaZtuVy9VG3